CHELSEA BUNS

Todos los que hayáis visitado Londres alguna vez, seguro que habéis visto o, en el mejor de los casos, probado estos deliciosos bollos ingleses.

Se trata de una masa esponjosa, que tradicionalmente se rellenaba de limón, canela y azúcar, a la que nosotras le hemos añadido fruta seca y confitada. Por encima lleva un glaseado de naranja que le da un aspecto de lo más apetecible.

¿Quién se anima a probar esta receta? ¡¡Pues manos a la obra!!

500 gr de harina de trigo

1 cucharadita de sal

7 gr de levadura de panadero deshidratada (o 14 gr de levadura fresca)

40 gr de azúcar glass

1 huevo

300 ml de leche entera

40 gr de mantequilla

75 gr de azúcar

2 cucharaditas de canela molida

40 gr de mantequilla

la ralladura de 1 limón

100 gr de orejones troceados

100 gr de pasas

100 gr de calabacete confitado troceado

50 gr de arándanos secos

2 cucharadas de mermelada de ciruela, albaricoque, melocotón o naranja según el gusto (nosotras hemos puesto una mermelada casera de ciruela)

4 cucharadas de azúcar glass

2 cucharadas de zumo de naranja

Preparamos la masa tamizando la harina y la sal en un bol grande. Le añadimos la levadura (en el caso de que la uséis deshidratada como nosotras, si la usáis fresca se añade en un paso posterior que os indicaremos), el huevo y el azúcar.

Por otro lado, calentamos en un cazo la leche sin que llegue a hervir y derretimos en ella la mantequilla. La dejamos enfriar y cuando esté tibia (diluimos la levadura en ella en el caso de utilizarla  fresca) la vertemos en tres tandas a la mezcla anterior, removiendo bien cada vez.

Una vez tengamos toda la leche incorporada, pasamos la masa a una superficie enharinada y amasamos durante 5 minutos. Formamos una bola  y la dejamos reposar en el bol (sin engrasar y sin cubrir) para que duplique su volumen durante 1 hora.

Pasado ese tiempo, estiramos la masa con el rodillo, dándole forma rectangular. Pegamos el borde inferior  a la superficie de trabajo para sujetarla. El siguiente paso es extender con los dedos la mantequilla reblandecida por toda su superficie y espolvorear el azúcar, la canela y  la ralladura de limón. Repartimos por encima las frutas troceadas y las presionamos para que se adhieran a la masa.

Ya sólo tenemos que enrollarla longitudinalmente, presionando un poco en cada vuelta, e intentando que el rollo sea todo del mismo grosor, dándole la forma con las manos.

Cortamos las puntas (para que el primer corte sea limpio) y dividimos el rollo en 12 porciones de unos 3 dedos cada uno. Las colocamos en una fuente rectangular apta para el horno, engrasada con mantequilla,  dejando una pequeña separación entre ellas, y las presionamos con las manos por arriba para que tengan todas la misma altura. Dejamos reposar otros 30 minutos.

Mientras, precalentamos el horno a 190º.

Pasados los 30 minutos veremos como las porciones han aumentado de tamaño y se han unido unas a otras. En este momento introducimos la fuente en el horno y horneamos durante unos 25 minutos.

Mientras tanto, ponemos en un bol 2 cucharadas de la mermelada elegida y la diluímos con un poco de agua.

Por otro lado, preparamos una glasa espesa con 4 cucharadas de azúcar glass y 2 cucharadas de zumo de naranja.

Una vez fuera del horno, pincelamos cada bollo primero con la mermelada diluída y luego con la glasa.

Sólo podemos decir...¡¡IMPRESIONANTES!!