MIL CREPES DE CREMA DE LECHE


¿Qué os parece hacer crepes en el horno? ¿Una locura?
Con esta receta os demostramos que no solo no es una locura, sino que salen unos 'crepes' totalmente distintos y deliciosos.

Esta riquísima tarta parte de una tradicional receta rusa, modificada a nuestro gusto personal y con nuestros medios. Con ella participamos en el concurso 'Recetas La Lechera' de Directo al Paladar, donde era imprescindible el uso de leche condensada como ingrediente.
Es una receta laboriosa, pero... ¡¡merece la pena!!

Si os gusta, entra en este enlace y vótanos: 'Mil Crepes de Crema de Leche'


80 gr de mantequilla a temperatura ambiente
100 gr de azúcar
2 huevos a temperatura ambiente
350 ml de leche entera
1/2 cucharadita de levadura en polvo
850 gr de harina

500 gr de Leche Condensada La Lechera, hervida*
750 ml de nata de cocinar espesa
500 ml de leche entera
4 cucharadas de maizena
2 huevos


*Hay que hervir el bote de Leche Condesada La Lechera sin abrir (el nuestro era de 740 gr y lo tuvimos 5 horas), controlando que el bote esté siempre cubierto de agua.

Para hacer la masa, primero tenemos que batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté esponjoso. Después añadir a la mezcla los huevos de uno en uno y batirlos. Agregar la leche y remover bien.

Por otro lado, separar 150 gr de harina e incorporarle la levadura en polvo. Tamizarlas e incorporarlas a la mezcla anterior. Ir añadiendo poco a poco el resto de la harina hasta formar una masa compacta y elástica, que no sea pegajosa. 

Cubrir la masa con papel de plástico y dejarla reposar en un lugar cálido unos 30 minutos.

Para hacer la crema de leche condensada, primero tendremos que batir los huevos con la maizena, evitando que queden grumos. Ponemos a calentar la leche en una cazuela a fuego muy suave, y cuando esté tibia le añadimos la mezcla de los huevos y no dejamos de remover hasta que espese (consistencia de natillas). La retiramos del fuego y agregamos la leche condensada y la nata, mezclando bien. Cuando esté lista la dejamos enfriar.

Precalentamos el horno a 180º. 

Dividimos la masa en 20 porciones iguales y las vamos estirando con un rodillo en una superficie enharinada, hasta que esté tan delgada como un crepe y con forma lo más redondeada posible. Pinchamos los crepes con un tenedor para evitar que se formen burbujas, y los horneamos de dos en dos unos 5 minutos (en este punto hay que estar muy pendientes del horno, porque no interesa que queden ni crudas ni demasiado tostadas). 

Nada más sacarlos del horno los tenemos que recortar en círculos iguales, ayudándonos de un molde (utilizamos una tapa de cazuela de 16 cm).

Una vez tenemos todos los crepes hechos, pasamos a montar la tarta alternando crepe con crema (pusimos 2 cucharadas colmadas por capa). 

Una vez hecho esto, cubrir la tarta con crema por la parte superior y por los lados.

Para decorar los laterales ponemos los restos de los crepes troceados. 

La dejamos enfriar de un día para otro...y ¡¡lista para degustar!!

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