MOUSSE HELADO DE RUIBARBO Y YOGUR

Llega la primavera, las plantas y árboles se llenan de flores, el calorcito se asoma... ¡como nos gusta!

Cada vez nos apetece mas cocinar cosas fresquitas, de colores vivos... y si a eso le añadimos que por fin encontramos ruibarbo en nuestra ciudad... ¡teníamos que hacer una gran receta!

Os presentamos un postre ideal para cualquier situación, suave, ligero y delicioso.

¡Tranquilos! Si no encontráis ruibarbo lo podéis sustituir por fresas o frambuesas y os saldrá igual de bueno. ¡Prometido!

Ahora... ¡A la cocina!

Para unos 10 aros de 6 cm.

1/2 kg de ruibarbo

150 gr de azúcar

Agua

Para el bizcocho:

90 gr de claras

75 gr de azúcar

75 gr de harina de almendra

15 gr de harina

20 gr puré de ruibarbo

Para la mousse de ruibarbo:

250 gr de puré de ruibarbo

2 hojas de gelatina

250 ml de nata líquida para montar muy fría

25 gr de azúcar

Para la mousse de yogur:

160 gr de yogur natural

2 hojas de gelatina

250 ml de nata líquida para montar muy fría

50 gr de azúcar

Empezaremos lavando el ruibarbo, quitándole los extremos y cortándolo en trozos de unos 2 cm de largo.

Lo colocamos en una cazuela con los 150 gr de azúcar, cubrimos con agua y lo ponemos a cocer, a fuego bajo, unos 10 minutos.

Una vez pasado ese tiempo, lo pasamos a un colador para escurrirlo del agua y seguidamente lo ponemos en un vaso batidor para triturarlo hasta conseguir un puré. Reservamos.

Pasemos a hacer el bizcocho.

Precalentamos el horno a 180º.

Batimos las claras, cuando empieza a espumar le añadimos el azúcar y montamos hasta conseguir un merengue ligero.

Añadimos la harina de almendra y la harina de trigo. Seguimos batiendo hasta que se mezclen bien.

Y por último añadimos los 20 gr de puré de ruibarbo que hemos hecho anteriormente (¡cuidado! ¡que no esté caliente al ponerlo!), removemos y lo extendemos sobre una placa de horno cubierta de papel vegetal.

Debéis alisarlo con una espátula y dejarlo de unos 0'5 cm de grosor.

Lo introducimos en el horno durante 10 minutos aproximadamente. Pasado ese tiempo lo sacamos y reservamos.

Antes de empezar a hacer las mousses es recomendable que os dejéis preparados los aros ya montados. Para ellos sólo tenemos que cortar el bizcocho con los aros y ponerlos como base, en un recipiente que después podáis meter en el congelador, en nuestro caso hemos utilizado aros metálicos.

Empezamos con la mousse de ruibarbo, para ello ponemos a remojo las hojas de gelatina en agua fría durante unos minutos, una vez estén blandas, las escurrimos y las pasamos a los 250 gr de puré de ruibarbo aún templado de antes y removemos bien para deshacer bien la gelatina en él. Dejamos que se temple.

Por otro lado ponemos en un bol metálico la nata (cuanto más fría esté más fácil os resultará montarla) y con las varillas vamos montándola, cuando esté un poco montada le añadimos el azúcar y seguimos montando hasta que salgan picos. Una vez montada, le incorporamos el puré de ruibarbo con la gelatina y mezclamos poco a poco con movimientos envolventes para que la nata no se baje.

Una vez mezclada la mousse, sólo tenemos que repartirla en los moldes. Los llenamos hasta la mitad, es conveniente que le deis unos ligeros golpecitos contra el banco para que se asiente bien.

Cuando ya estén todos montados metemos las bandejas en el congelador para que cuaje rápidamente y podamos poner encima la mousse de yogur.

Ahora vamos con la mousse de yogur. Se hace prácticamente igual que el de ruibarbo:

Ponemos a remojo las hojas de gelatina, calentamos un poco el yogur en el microondas para poder deshacerla bien. Dejamos templar.

Montamos la nata con el azúcar, mezclamos poco a poco el yogur con la nata.

Sacamos los aros del congelador y repartimos la mousse de yogur por encima, hasta rellenar completamente. Golpeamos ligeramente para que se asiente bien y con una pequeña espátula retiramos el sobrante y así alisamos también el borde.

Sólo queda volver a meter en el congelador y listo!

Para desmoldarlos es mejor que estén congelados, os resultará más fácil. Dándole un poco de calor con las manos alrededor os saldrá sin problemas.

Para servirlos sacarlos del congelador 5-10 minutos antes de comerlos y los tendréis con la textura perfecta.

Esperamos que disfrutéis una vez más con esta nueva receta y que os animéis a probarlo porque os encantará.