TARTALETAS DE ALBARICOQUES

¡¡Hoy toca dulce!! ¿Y qué mejor en estas fechas que un postre con fruta? Disfrutamos mucho con la fruta de verano, con tanta variedad y tan fresquita es difícil resistirse.

Nosotras hemos elegido el albaricoque, pero estas tartaletas las podéis hacer con la fruta que más os apetezca: melocotón, cerezas, ciruelas, higos, manzana, pera... por eso nos encanta esta receta, ya que permite dar rienda suelta a la imaginación, asegurando un buen resultado.

Para 4 tartaletas de 11 cm de diámetro

4 albaricoques

4 cucharaditas de mermelada de albaricoque

Para la masa quebrada:

125 gr de harina

una pizca de sal

60 gr de mantequilla

1 yema de huevo

20 gr de azúcar

15 ml de agua

Para el frangipane (crema pastelera con almendra):

250 ml de leche

1 huevo y 1 yema

50 gr de azúcar

25 gr de harina

35 gr de mantequilla

60 gr de almendra molida

1 cucharada y media de Cointreau

Para preparar la masa quebrada, tamizamos la harina y la sal en un bol, le añadimos la mantequilla ablandada y mezclamos hasta conseguir una textura arenosa. Incorporamos la yema de huevo, el azúcar y el agua amasando rápidamente y formando una bola (no buscamos que quede elástica), tapamos con papel film y la metemos en la nevera durante media hora.

Mientras, preparamos el frangipane del mismo modo que en la receta del Galette des Rois que ya preparamos, pero con la mitad de los ingredientes.

Una vez pasada la media hora, estiramos la masa quebrada sobre una superficie enharinada dejándola de unos 3 mm. Recortamos círculos del tamaño de los moldes de las tartaletas que vayamos a utilizar y los cubrimos con ella.

Precalentamos el horno a 180º.

Lavamos los albaricoques y los cortamos en cuartos retirándoles el hueso.

Rellenamos las tartaletas con el frangipane hasta la mitad y colocamos encima los cuartos de los albaricoques con la piel hacia arriba, presionándolos para que se introduzcan en la crema.

Las horneamos durante 25 minutos.

Las desmoldamos y las pintamos con la mermelada diluida con unas gotas de agua, para darles brillo. Las dejamos enfriar en una rejilla y ya estarán listas.

¿¿Merece la pena comprar siempre el dulce en el horno?? Os animamos a que comprobéis que la respuesta es un NO rotundo.